La Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (CROEM) dio ayer un puñetazo en la mesa con la difusión de un manifiesto en el que expresa su malestar por una situación que califica de «insostenible y catastrófica», critica la actuación de las administraciones públicas frente a la crisis y reclama medidas urgentes para frenar el cierre de empresas y los despidos.
El manifiesto fue aprobado por la Junta Directiva de CROEM en una reunión extraordinaria como «primera medida» de respuesta a la situación actual, y «sin perjuicio de otras que posteriormente pueden llevarse a efecto».
El escrito se compone de seis puntos y tres folios, que la patronal acompañó con numerosos datos sobre la coyuntura económica regional que revelan la precaria situación que denuncian.
Lamenta la cúpula empresarial que, a pesar de llevar ya dos años de crisis, «las coyunturales medidas» adoptadas por las distintas administraciones «no han tenido la efectividad y el alcance necesario para estimular la actividad y promover la confianza». «Fotos y demagogia sí han dominado el escenario, pero los recursos no han llegado a las pymes», añaden.
Actividad paralizada
Los empresarios denuncian que su estado ha salido perjudicado por la «inexistencia de una política económica que haga posible la recuperación en el corto y medio plazo o, al menos, despierte indicadores de certidumbre y seguridad», lo que ha supuesto «la paralización de la actividad».
Sin señalar explícitamente a nadie como blanco de sus críticas, aunque con claras alusiones hacia quienes las dirige, CROEM apunta que la situación «empeora si se atiende a la actitud de los responsables políticos» por su reticencia a alcanzar acuerdos y afrontar las «reformas estructurales que España necesita».
Alerta sobre los intentos de «distraer la atención» con «supuestos de corrupción, ausencia de ética y cuestiones internas de partidos», que, a juicio de la patronal, «han originado un clima de tensión y desesperanza».
Reprueban los empresarios el endeudamiento público, por considerar que «tendremos que pagarlo todos». «Ello redunda en perjuicio de las inversiones públicas -añade- y contrae los presupuestos a la prestación de servicios».
En este sentido, considera CROEM que los presupuestos públicos, tanto del Gobierno central, como de la Comunidad Autónoma e incluso de los ayuntamientos, «son un ejemplo de lo que no debiera suceder y desembocarán en una subida de impuestos, como las anunciadas por el Gobierno de España, estrechando más el círculo sobre la actividad económica».
La cúpula empresarial murciana manda también sendos recados a los sindicatos y a las entidades de crédito. «El entorno actual -indica- expresa hostilidad para las acciones empresariales, que han de sufrir la situación financiera mediante la restricción del crédito y endurecimiento de las condiciones; mayor presión fiscal y agobio en el desarrollo de las relaciones laborales». Al respecto, censura la falta de protagonismo del diálogo social y califica de «incomprensible» la manifestación convocada por UGT y CC OO para el 12 de diciembre.
El manifiesto concluye reclamando la unidad de voluntades para «evitar la conflictividad social, favorecer la contratación estable y propiciar el cambio de modelo y lograr el objetivo de progreso que todos deseamos».
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