Nicolas Sarkozy ha anunciado el lanzamiento de un gran empréstito nacional por un montante de 35.000 millones de euros, consagrado, esencialmente, a la modernización nacional y la salida de la crisis.
El presidente de la República ha fijado cinco grandes prioridades:
-11.000 millones de euros consagrados a enseñanza superior y formación.
-8.000 millones de euros consagrados a Investigación y Desarrollo (I+D).
-6.500 millones al apoyo y ayuda a pequeñas y medianas empresas.
-5.000 millones de euros consagrados a “desarrollo sostenible”, en apoyo a la nuevas política nacional en materia del medio ambiente.
-4.500 millones de euros consagrados al apoyo / transición hacia la economía numérica y las nuevas tecnologías.
Más allá de tales prioridades básicas, el presidente Sarkozy anuncia un abanico de nuevas reformas, en detalle, intentando enviar mensajes de “tranquilidad” en materia de déficits públicos y saneamiento de las cuentas públicas. En ese terreno, el presidente de la República evita cifrar con precisión las posibles economías presupuestarias.
Sarkozy confirma la necesidad de nuevas reformas de fondo en materia de financiación de la seguridad social, el sistema nacional de pensiones, que serán objeto de “grandes conferencias nacionales” a lo largo de los próximos meses.
El presidente de la República justifica la necesidad y lanzamiento del gran empréstito nacional afirmando que, a su modo de ver, Francia, como otros países europeos, se encuentra en una encrucijada histórica, que es necesario afrontar “apostando por las reformas y la inversión en el futuro de nuestro país”.
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